Uno de los mayores desafíos para la ciencia en nuestros días, es generar conocimiento colectivo, donde diferentes actores que trabajan sobre temáticas similares alrededor de todo el mundo, puedan aportar los resultados de sus investigaciones para propulsar un círculo virtuoso de retroalimentación continua. En este contexto de colaboración, internet provee una herramienta ideal para eliminar barreras geográficas entre la comunidad científica con el fin de mejorar la calidad de vida de las personas y del planeta.

El avance de esta tecnología permite la estructuración de los datos para proponer espacios de consulta de grandes cantidades de información en medidas de tiempo sumamente acotadas. Permite, a su vez, generar mecanismos para que las diferentes disciplinas científicas se comuniquen de forma simple, eficiente y exacta.